Para
los más pequeños, la danza es un vehículo
de expresión y de aprendizaje del movimiento, el ritmo,
espacio, coordinación y creatividad. Se crean ejercicios
que ayudan a desarrollar su cuerpo y que despiertan sus sentidos
en armonía.
Niños
entre 7 y 15 años
A
partir de estas edades el niño entra en una estructura
de clase de danza adaptada a cada edad y desarrollada de forma
progresiva. En lo que se refiere a la técnica se trabaja
también aspectos tan importantes como improvisación
e interpretación.
A
esta edad pueden elegir modalidades como: Ballet clásico,
Flamenco y Jazz.